“Las cosas surgen de improviso”

Hasta que llegó el día más esperado, simplemente sentados en un banco del parque, un día donde las primeras hojas de marzo se arremolinaban en las esquinas, conversando cosas tan triviales que podría decirse que éramos un par de adolescentes charlando de la vida. Hasta que yo, finalmente, hice la pregunta que cambiaría todo mi universo.

“¿Por qué eres siempre tan atento conmigo?”

Me miró con una cara tan sorprendida, que me pareció a la vez tan hermosa, que inmediatamente sentí que sabía la respuesta, una respuesta que definitivamente iba a cambiar el curso de las cosas para siempre.

“La verdad, es que siento cosas por ti, cosas que no había sentido por nadie más en el mundo, es por eso que te trato diferente.”

“Fíjate que yo siento lo mismo por ti, pero no sabía que tú eras así”

Y finalmente se acercó a mí, sentí como su acompasada respiración y sus labios chocaron con los míos, de la impresión fue que me recosté contra el banco y sentí como nuestros labios se entrelazaban en el primer beso del gran amor, con torpeza jugueteaba con mi pelo y me sostenía las manos de una manera muy tierna. Finalmente él y yo estábamos sintiendo lo que era este sentimiento tan complejo como lo es el amor.

Comenzó a llover, nos pusimos de pie y empezamos a andar bajo la lluvia, sin decirnos nada de nada, tan sólo embebidos en nuestros pensamientos, hasta que llegamos al final de una calle vacía, sin vida ni gente. Sólo nosotros y la lluvia, única testigo presente de lo que había ocurrido. Y volvió a besarme, esta vez con mayor ternura y calidez…

“¿En qué piensas?”

Me pareció oír su voz desde lejos, pero pronto regresé a la realidad, habíamos llegado al mismo lugar donde todo había comenzado, el banco que nos vio dar el primer paso, como testigo silencioso, seguía allí. Nos sentamos y nos miramos fijamente el uno al otro, hasta que el me dijo las palabras que siempre había anhelado que salieran de su boca.

“Te amo”

Le miré sonriente, feliz de que al fin sea realidad y no fantasía de mi mente lo que estaba ocurriendo en ese mismo instante.

“Yo también”

Finalmente, terminamos todo con un beso recíproco.

0 comentarios:

Publicar un comentario